ALIMENTACIÓN
Comer y alimentarse puede ser un momento de agrado y una oportunidad de contribuir al estado de salud y a la calidad de vida.
Sabemos y compartimos con ustedes que cuando los niños se enferman, alteran su rutina de alimentación: Disminuye el apetito, cambia la percepción del olor y el sabor de los alimentos, y modifican sus gustos por las comidas.
Teniendo estos factores en cuenta, debemos lograr una buena alimentación antes, durante y después, ya que favorece el bienestar general, mejora la tolerancia al tratamiento, disminuye el riesgo de infecciones, hospitalizaciones no programadas y el retraso en los tratamientos, sin comprometer el adecuado crecimiento y desarrollo.
Recomendamos seguir las modificaciones en la alimentación que indicará el equipo de profesionales, el cual le dará recomendaciones específicas para su niño(a).
¿QUÉ TIPO DE ALIMENTACIÓN RECOMENDAMOS?
La alimentación debe ser saludable, segura, variada, equilibrada, suficiente y organizada respetando horarios de alimentación, permitiendo así una ingesta adecuada de nutrientes.
Es posible que su niño(a) necesite un apoyo nutricional especializado, adaptado a su edad, diagnostico, etapa del tratamiento y estado nutricional.
Es por esto recomendamos estar atentos a los cambios que se puedan presentar, tales como disminuir la cantidad de fibra de la alimentación, modificar la textura de esta, etc. Mantenga una buena comunicación con el equipo de salud para buscar las mejores estrategias.
